Sandra Melgarejo. Barcelona
La enfermedad de Parkinson ha sido la protagonista del Debate 99”, un formato que imita al programa de debate político 59 Segundos. “Son 99 segundos porque pedirle a un especialista que hable solo 59 segundos, como en el programa de televisión, parece poco, ya que hablar de ciencia y conocimiento exige mucho tiempo”, ha comentado el periodista Antonio San José, encargado de conducir esta iniciativa de Lundbeck. José A. Obeso ha moderado los dos bloques de discusión, uno sobre manifestaciones pre-motoras del párkinson y otro sobre deterioro congnitivo y demencia asociados a la enfermedad. Los ponentes han sido Manuel Rodríguez, fisiólogo de la Universidad de La Laguna (Tenerife); Mª Cruz Rodríguez-Oroz, neuróloga e investigadora de la Clínica Universidad de Navarra; David Muñoz, neurólogo y neuropatólogo del St. Michael’s Hospital de Toronto (Canadá), y Javier Pagonabarraga, neurólogo del Hospital Sant Pau de Barcelona. A continuación, se destacan las principales intervenciones de cada uno de ellos.
Manuel Rodríguez, Mª Cruz Rodríguez-Oroz, José A. Obeso, David Muñoz y Javier Pagonabarraga.
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Etiopatogenia de la enfermedad de Parkinson: manifestaciones pre-motoras
José Obeso: Conocer el significado de estas manifestaciones podría permitir tener un enfoque terapéutico lo antes posible y un diagnóstico y un tratamiento neuroprotector precoz.
Javier Pagonabarraga: La mayoría reconocemos que la enfermedad de Parkinson da síntomas antes de los motores, como la depresión, los trastornos del sueño en la fase REM, la hiposmia y el estreñimiento; pero hay una serie de pacientes con otros síntomas, como la apatía, la ansiedad, los déficits atencionales o las alucinaciones menores que hay que definir mejor.
Hay que pensar cuánto antes queremos diagnosticar, porque si definimos la ventana temporal, quizá sí nos podamos acercar a uno o dos signos clínicos que incrementarían la sensibilidad y, luego, utilizar biomarcadores para ser más específicos. Pero, ¿para qué queremos diagnosticarlo tan pronto si hoy en día no tenemos herramientas para actuar sobre la enfermedad? En el fondo, no estamos diagnosticando a nadie con síntomas no motores.
Mª Cruz Rodríguez-Oroz: Los síntomas están muy claramente reconocidos, pero queda mucho para poderlos constituir como biomarcadores que permitan hacer un diagnóstico precoz porque la sensibilidad y la especificidad en estos momentos es bastante baja. Habría que jugar con varios y buscar otros biomarcadores (neuroimagen, sangre, líquido encefalorraquídeo, etc.) para que todos juntos permitieran un diagnóstico precoz.
Manuel Rodríguez: Lo primero es identificar el estatus clínico. Sabemos que las neuronas dopaminérgicas se empiezan a perder antes de que aparezcan los síntomas motores, pero no podemos diagnosticar a nadie antes de que aparezcan los síntomas clínicos. Así que lo primero es saber cómo identificar a los pacientes parkinsonianos pre-motores, para después poder buscar las causas y, luego, la forma de tratarles.
David Muñoz: Cuando se estudian algunos de estos síntomas pre-motores, como la olfacción, se ve que no ha habido cambios en su evolución hasta cinco años después de que hayan aparecido los motores.
Progresión de la enfermedad de Parkinson: deterioro cognitivo y demencia
José Obeso: Esto es de lo que más nos preocupa a los neurólogos que vemos a pacientes con enfermedad de Parkinson. Hemos tenido que aprender cómo explorar a pacientes con deterioro cognitivo. Es un tema realmente prioritario en el que tenemos que empezar a incidir.
Manuel Rodríguez, Mª Cruz Rodríguez-Oroz, José A. Obeso, David Muñoz y Javier Pagonabarraga.
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Mª Cruz Rodríguez-Oroz: La demencia es devastadora, el impacto es tremendo por muchas razones, no solo por la pérdida de autonomía y el gasto sociosanitario. Los problemas motores se pueden ir mejorando con fármacos o cirugía, pero es frustrante no poder hacer nada con la demencia.
Se va a publicar una propuesta de criterios diagnósticos del deterioro cognitivo leve en enfermedad de Parkinson, porque no tiene las mismas manifestaciones cognitivas que la enfermedad de Alzheimer, para seguirlos y ver qué pasa en el futuro.
Javier Pagonabarraga: Cuando hay falta de fármacos, hay una tendencia a la falta de exploración, pero solo por poder explicarle al paciente lo que le está pasando, merece la pena explorar. El siguiente paso es identificar en los primeros cinco años de evolución diferentes perfiles cognitivos, que van a permitir vislumbrar cuáles se van a deteriorar y cuándo.
La parte positiva de la propuesta de criterios diagnósticos es que la gente va a ser consciente de que hay que explorar este tema desde el inicio de la enfermedad de Parkinson, pero yo habría orientado la definición de forma diferente a la de la enfermedad de Alzheimer.
David Muñoz: El cerebro tiene una enorme capacidad de compensación. Hay pacientes con enfermedad de Parkinson que están funcionando con un nivel intelectual muy alto durante muchos años, no sé si porque compensan el deterioro o porque no están deteriorados a nivel cognitivo.
Manuel Rodríguez: El deterioro cognitivo puede ser compensado, pero produciría distorsiones que ser podrían detectar si se van observando. A veces dividimos los síntomas en trastornos de la movilidad y cognitivos, como si no hubiera cognición motora. Si alguna vez llegamos a saber las causas de la enfermedad de Parkison, será cuando el paciente pueda ser estudiado mientras es capaz de realizar tareas porque, si no, es difícil distinguir las causas de los efectos.
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